Lo han vuelto a hacer. Una vez más Ryanair muestra su total falta de escrúpulos y preopación por la seguridad de sus pasajeros. Un amigo de dadelmo viajó recientemente en un vuelo de esta compañía, y en el asiento que consiguió tras la habitual batalla con los demás pasajeros había una horrible tara: La bandeja de la comida no bajaba correctamente.
Así pues, el pobre tipo, al que por preservar su intimidad llamaremos Sudaca Dos, se vio acechado por la muerte por inanición, pero la tripulación de la nave estaba muy ocupada vendiendo rasca y ganas para darse cuenta de que tenían a un pasajero al borde de la muerte. Sudaca Dos tuvo que ser atendido por el personal de tierra cuando el avión aterrizó.
Michael O'Leary ha rehusado hacer declaraciones cuando llamamos para preguntarselas, al parecer el hombre estaba muy ocupado comiendo solomillo de bebé.